CORAZÓN PERICO

Antoni Argilés nació en la calle de Prat de la Riba (Vallparadís) un fin de año, en la renombrada noche de San Silvestre, el año 1931 y de pequeño una pelota de trapo fue su principal aliada. Hijo de una familia trabajadora, dio sus primeros pasos futbolísticos en la Peña Vallparadís, la antigua Electra Industrial y el Pont de Vilomara antes de fichar por el amateur del Terrassa con casi 15 años. En aquella época, Argilés mientras practicaba el futbol, como pasión, también trabajaba y estudiaba, peritaje mercantil, a la misma vez. Pero por una inoportuna enfermedad, el médico le obligó dejar una de esas tres materias que le mantenían ocupado diariamente. Antoni, no podía dejar de trabajar, ya que necesitaba el dinero para ayudar a sus padres y entre el futbol y los estudios, prefirió seguir con el balompié y la apuesta no le salió nada mal.

En el Terrassa, permaneció tres temporadas como interior izquierdo y luego dio el salto al primer equipo con 18 años, en la temporada 1949-50.

Argilés con la zamarra del Terrassa

A partir de ese momento pasó a ocupar la posición de lateral derecho que ya no abandonó en toda su carrera. Argilés jugó con el Terrassa una única temporada (el club militaba en Tercera División) y a la siguiente (50-51) ingresó en el Espanyol, que, desembolsó la nada despreciable cifra de ciento cincuenta mil pesetas por hacerse con los servicios de un defensa lateral derecho que marcaría época en Sarrià.

Debutó con el primer equipo del Espanyol un 29 de octubre de 1950 de la mano del técnico Josep Nogués con aún 18 años en su haber, en el añorado Sarrià contra el Atlético de Madrid, conjunto que el Espanyol superó por 4 a 3, en un partido vibrante y que se impuso la fe y juventud espanyolista a la calidad de los madrileños dirigidos por el Mago Helenio Herrera, de hecho, también el espanyolista Flotats debutó en este mismo encuentro.

En su debut, Argilés demostró lo que en toda su carrera iba a desarrollar, entrega, coraje y buen hacer desde su banda derecha, pese a tener 18 años, el egarense tuvo un gran debut en primera división.

RCD ESPANYOL: Soler; Argilés, Parra, Fernando Muñoz; Flotats, Diego Castellá, Grau, Arcas, Calvo, Marcet y Egea.

At. de Madrid: Domingo; Tinte, Riera, Lozano; Silva, Múgica, Juncosa, Mascaró, José Luis Pérez Payá, Carlsson y Escudero.

Goles: 0-1. Min. 35, Múgica. 1-1. Min. 49, Marcet. 2-1. Min. 53, Calvo. 3-1. Min. 58, Arcas. 3-2. Min. 66, Escudero. 4-2. Min. 68, Marcet. 4-3. Min. 72, Juncosa.

Árbitro: Jáuregui.

Incidencias: Partido correspondiente a la octava jornada del Campeonato de Liga disputado en Sarrià.

Acción del partido donde debutó Argilés en primera división

El gran rendimiento del bravo lateral le afianzó en el equipo titular hasta el final de temporada, jugando todos los encuentros posibles. La excesiva juventud del equipo, hizo que alternara goleadas impactantes y llenas de buen futbol, como un 7 a 1 al Real Madrid o un 8 a 0 frente al Lleida, con derrotas como en el campo del Alcoyano.

El final de temporada no fue muy afortunado para el egarense, ya que le acompañaron las lesiones más de la cuenta, dejándolo fuera de los terrenos de juego durante casi dos meses. Esta circunstancia le privó participar en el célebre derbi de Sarrià, donde los blanquiazules humillaron al Barcelona al endosarle un contundente e histórico 6 a 0. Gracias a esta victoria, el conjunto periquito desvaneció todos sus temores de caer en la dramática promoción de descenso.

La siguiente temporada, tanto el Espanyol como Argilés iban consolidándose como un gran equipo y un gran jugador. Nogués tenía fe ciega en el lateral perico y sólo las lesiones y sanciones le apartaban de la titularidad, pero todos sabían que el dorsal 2 tenía dueño y este se apellidaba Argilés.

Argilés todo un lujo por banda derecha

EXPULSIÓN EN LES CORTS

La primera expulsión que sufrió Argilés en su longeva carrera futbolística en el club blanquiazul fue en un partido de la máxima frente al eterno rival. El colegiado andaluz Rodríguez Pérez consideró un choque entre Argilés y Manchón como merecedora de expulsión para el lateral perico, pero lo cierto es que la tarjeta roja fue a todas luces injusta y prueba de ello es que el Comité de Competición anuló tal roja y Argilés pudo jugar sin problemas la jornada siguiente del Campeonato de Liga.

El equipo blanquiazul acabó en una cómoda séptima plaza, pero con el buen sabor que se estaba forjando un gran equipo para el futuro, ya que las promesas espanyolistas ya estaban emergiendo como auténticas realidades dentro del panorama nacional.

CON SCOPELLI, LA LIGA A TIRO

El Espanyol afrontaba la temporada 1952-53 con optimismo y nuevo entrenador, tras la marcha de Josep Nogués, aterrizó el argentino Alejandro “Conejo” Scopelli.  Con Argilés afincado como amo y señor del lateral derecho, el Espanyol hace un inicio arrollador goleando a equipos como el Athletic, Sevilla o Sporting o venciendo en el siempre complicado Santiago Bernabeu ante el Real Madrid. Los de Scopelli en la jornada undécima de Liga, sacando cinco puntos al segundo clasificado y no conocen la derrota.

Un equipo para la historia: Argilés, Bolinches, Cata, Domingo, Artigas Parra y Trias. Agachados: Arcas, Marcet, Mauri, Piquín y Egea

EL VERGONZOSO DERBI DE LES CORTS

El Espanyol llegaba invicto y sacando seis puntos de ventaja al Barcelona, tercer clasificado. Una victoria perica en Les Corts, eliminaría al Barcelona prácticamente de la lucha por el título y auparía aún mucho más las opciones de alzarse campeón a los periquitos. La expectación era máxima, el feudo barcelonista estaba a reventar, y luego durante el mismo, precisamente cuando el Espanyol al cuarto de hora de partido se avanzó en el marcador merced a Pepe Mauri, se produjo una avalancha en el gol sur del Estadio, hecho que provocó centenares de heridos y al menos un fallecido, una tragedia que el Régimen quiso tapar, sin dar la mínima importancia a dicho suceso.

Imágenes de los incidentes de Les Corts

Ante esa situación y con millares de aficionados rodeando el terreno de juego, el Espanyol con el beneplácito del colegiado y el delegado federativo quiso suspender el partido, pero el Gobernador Civil obligó reanudar el juego bajo amenaza de enviar al calabozo al capitán espanyolista Artigas.

A partir de allí, el Espanyol se desconectó del partido, y el Barcelona aprovechó tal circunstancia para remontar el marcador, que en condiciones normales a buen seguro no les hubiera sido tan fácil, debido al inicio arrollador blanquiazul. Otra de las desagradables sorpresas que tuvieron que lidiar los blanquiazules fue que al llegar a los vestuarios se lo encontraron con una densa y pestilente humareda, hecho que les obligó a cambiarse en los pasillos de los vestuarios y no poder utilizar el oxígeno en el descanso que tanto éxito hasta la fecha había dado.

FC Barcelona: Ramallets, Segarra, Biosca, Seguer, Flotats, Bosch, Hanke, César, Basora, Moreno y Manchón.

RCD ESPANYOL: Domingo, Argilés, Parra, Cata, Bolinches, Artigas, Marcet, Mauri, Arcas, Piquín y Egea.

Goles: 0-1. Min. 16, Mauri. 1-1. Min. 52, Hanke. 2-1. Min. 72, Moreno.

Árbitro: Blanco Pérez. Expulsó a Hanke del Barcelona en el minuto 73.

Incidencias: Partido correspondiente a la duodécima jornada del Campeonato de Liga disputado en el Estadio de Les Corts, con un lleno total, incluso habiendo un sobreaforo que provocó avalanchas y un muerto como mínimo.

Ese encuentro marcó un antes y después dentro del Espanyol, si bien es cierto que el conjunto blanquiazul se mantuvo en la zona noble durante muchas jornadas, el equipo de Scopelli aflojó su ritmo para finalizar en una más que aceptable cuarta plaza.

LA SELECCIÓN: UNA FRUSTRACIÓN

La gran trayectoria del Espanyol, no fue ni mucho menos desapercibida por el seleccionador nacional Pedro Escartín, que el 12 de marzo de 1953 convocó para el partido frente a Bélgica  al bravo lateral espanyolista, pero con la desgracia para el egarense que esa misma semana había sufrido un esguince de tobillo y estaría de baja durante tres semanas. Destacar que en esa convocatoria también estaban sus compañeros Marcet y Arcas, aunque sólo el primero logró jugar el partido celebrado en Les Corts el 19 de marzo frente a los belgas.

Esta ocasión pérdida, le causó un bajón anímico al defensa vallesano y quien le conocieron también comentan que su carácter se agrió cada vez más, por esta frustración de no ser internacional, pese haber contraído méritos más que suficientes para serlo.

Argilés luciendo la roja con la selección B

Seguramente, aún más cerca lo tuvo en diciembre de 1952, cuando ya en los entrenamientos de la selección española en Madrid, el zaguero egarense notó un tirón en la ingle que le impidió seguir en la convocatoria para viajar y jugar frente la selección argentina en Buenos Aires, toda una mala pasada para el bravo jugador espanyolista.

Pese a ello, Argilés logró ser internacional con la selección B en cinco ocasiones, 2 frente a Alemania, y una frente Egipto, Francia y Luxemburgo. Precisamente, frente al equipo luxemburgués el defensa egarense se vistió por primera vez con la zamarra nacional, fue el 06 de mayo de 1953, donde los españoles se impusieron por 2 a 0.

 España: Pazos, Argilés, Campanal, Segarra, Falín, Zárraga, Arteche, Buqué (Sócrates), Fuertes, Moreno y Manchón.

 Luxemburgo: Lahire, Wagner, Spatz, Merte, May, Kutz, Muller, Roller, Kettel, Paulus y Letsch.

Goles: 1-0. Min. 25, Manchón. 2-0. Min. 28, Buqué.

Árbitro: Raymonde Vicenti, francés.

Incidencias: Partido celebrado en el Estadio de Mestalla, Valencia, ante un lleno absoluto.

Argilés, segundo por la izquierda de pie, contra Francia

PASA POR LA VICARIA

El 12 de agosto de 1953, Antoni Argilés firmó uno de sus compromisos más importantes de su vida, contraer matrimonio con Antonia Bertrán. El acto se celebró enla Capilla de San Francisco de Terrassa. Actuó como padrino de bodas, su buen amigo Josep Parra, que casualidades de la vida, estaba casado con la hermana de la nueva esposa de Argilés, por lo que ambos a partir de entonces a más de amigos eran cuñados. El acto fue toda una efeméride en la población vallesana, donde como no, también estuvieron presentes muchos directivos y jugadores del club espanyolista.

Argilés con su recién esposa Antonia

Como curiosidad, tanto Argilés como Parra debían haber estado de gira por América hasta un día antes de la boda, pero obviamente pidieron permiso al club y se fueron de La Habana a Barcelona, una semana antes de concluir la gira espanyolista.

Argilés y Parra, amigos y cuñados

ARGILÉS PIERDE EL CONTROL

La temporada 1953/54, siguió por los mismos derroteros que la anterior campaña, es decir, el Espanyol instalado en la zona noble de la clasificación y de nuevo finalizando cuarto en Liga, aunque esta vez sin tener muchas opciones para cantar el alirón, como la tuvo la anterior campaña. Argilés, como siempre, era un indiscutible en los onces de Scopelli, perdiéndose solamente un par de encuentros debido a una expulsión, esta vez, indiscutible.

Argilés, Parra y Faura… quien da más

Sin duda alguna, el 27 de septiembre de 1953, fue uno de los días más negros en la carrera deportiva del excelente lateral blanquiazul. Fue en la tercera jornada de campeonato disputada en el Estadio de Sarrià frente a la Real Sociedad. El partido entraba en la recta final con empate a uno en el marcador, cuando de repente el delantero donostiarra Paz derriba al bravo defensor blanquiazul y este se revuelve a puñetazo limpio hacia el delantero realista. Esta acción obligó a Zariquiegui, colegiado del encuentro, a expulsar sin dudarlo al dorsal 2 del Espanyol. Afortunadamente, el Comité fue indulgente y solo le cayeron dos encuentros al lateral egarense, que actuó de manera más propia de un púgil que de un futbolista.

Obviamente, Argilés se arrepintió de su deplorable acción y estuvo bastante deprimido, de hecho compañeros suyos reconocieron que en el vestuario, el vallesano se echó a llorar como un niño por su triste acción y estuvo varios días deprimido. En una entrevista concedida a Mundo Deportivo, Argilés se mostraba arrepentido por su mal comportamiento:

– Tienes algo que decirnos, Argilés? 

– Nada en absoluto.

– Ni incluso lo que pasó el domingo? 

– Prefiero ni acordarme. Fue un arranque de nervios, no pude controlarme y…

– Ya vimos lo que siguió. El árbitro señor Zariquiegui te expulsó.

– No puedes imaginarte como me puse al ver que Paz no dejaba de zancadillearme hasta que logró derribarme. Perdí los nervios, lo reconozco, y ello me servirá de experiencia.

– Cuándo reaccionaste en tu estado de ánimo?

– En el mismo momento que vapuleé a Paz… Un mal momento lo reconozco. Me supo mal por el club, por la afición, por mis compañeros, directivos y especialmente por mi entrenador, enemigo de estas acciones en el terreno de juego. Precisamente a Scopelli quiero demostrarle que aquel mal momento fue debido a mi alteración de nervios. Porque mi actitud fue contraria a la que nos inculca el mister, de corrección y juego limpio. En fin, aquello ya pasó. Haré los imposibles para controlar mis nervios en el futuro. Creo que los incondicionales del club se dieron cuenta de mi estado de ánimo y sabrán disculparme. 

Lo cierto, es que según reconocen los que le vieron jugar al buen lateral espanyolista, su juego cada vez se convertiría más brusco, rudo y protestón hacía los árbitros, hecho que le propició más de una expulsión. Seguramente, influido por la frustración de no conseguir nunca la internacionalidad absoluta con el combinado español.

Argilés, noble pero siempre al límite

SU PRIMER GOL COMO PROFESIONAL

En esa misma campaña, el vallesano logró anotar dos goles en jornadas consecutivas en la recta final de Liga, frente al Sevilla y Valencia, siendo curiosamente los dos únicos tantos que anotaría a lo largo de su longeva carrera profesional en primera división.

Su primer gol frente al Sevilla en Sarrià, fue en un partido donde los espanyolistas lograron la victoria en un encuentro muy disputado y con muchas alternativas en el marcador. Su gol llegó cuando en el minuto 44 de la primera mitad y con el Espanyol por debajo del marcador, 1 a 2, gozó de una falta muy peligrosa en la frontal del área. El encargado de ejecutarla era todo un especialista, Agustí Faura. El espanyolista chutó duro y seco, el guardameta hispalense Bustos logra rechazar, pero el balón queda a pies de Argilés que muy atento logra batir la meta sevillista y colocar el empate momentáneo en el marcador.

 

RCD ESPANYOL: Soler, Argilés, Parra, Cata, Bolinches, Faura, Cruellas, Marcet, Mauri, Piquín y Arcas. 

Sevilla FC: Bustos, Manuel, Campanal. Guillamón, Ramón, Liz, Arza, Loren, Doménech y Ayala.

Goles: 1-0. Min. 20, Mauri. 1-1. Min. 26, Arza. 1-2. Min. 39, Arza. 2-2. Min. 44, Argilés. 3-2. Min. 49, Marcet.

Árbitro: García Fernández.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima séptima jornada del Campeonato Nacional de Liga, disputado el 4 de abril de 1954 en Sarrià. Se guardó un respetuoso minuto de silencio por el ex-jugador del FC Barcelona Ramón Guzmán.

Viñeta del Mundo Deportivo del gol de Argilés

APUROS POR MANTENER LA CATEGORÍA

El Espanyol tuvo una temporada tempestiva en la 1954/55, donde el estreno de Sarrià se vivió uno de los episodios más tristes que se recuerdan en el vetusto y desaparecido estadio espanyolista. Fue frente al Athletic, después de que el colegiado Díaz Argote anulara, bajo indicaciones del juez de línea López Moreno, el gol del empate del Espanyol. Esta decisión indigna tanto a la afición como los jugadores pericos, que en una actitud de protesta se olvidan del juego y permiten que el Athletic anote el 1 a 3. Tras ese gol los jugadores espanyolistas se niegan a sacar de centro y el árbitro da por concluido el encuentro y cuando se retira hacia los vestuarios recibe un puñetazo de un espectador que visto y no visto desaparece y es imposible de detener.

Sentada del Espanyol como protesta al arbitraje

Lógicamente estos incidentes, perturbaron la buena marcha espanyolista en la Liga y el mister Scopelli fue una de las víctimas al ser cesado a lo largo de la temporada.

También es cierto, que la línea defensiva blanquiazul no ofreció las mismas garantías que el año anterior, que fue la menos goleada del campeonato, y Argilés no fue ajeno a esta baja forma, ya que el lateral tuvo una temporada irregular y mostrándose demasiado nervioso en varios partidos. Este nivel inferior mostrado por los periquitos, les condenó a disputar una liguilla de promoción para no descender. Afortunadamente, los blanquiazules lograron salvar los muebles en dicha liguilla y mantenerse un año más en la elite del futbol español.

Argilés frente al Oviedo en la Liguilla de Promoción

 FINAL DE COPA

Una de las citas cumbres de la carrera deportiva de Argilés fue sin duda la final de Copa del Generalísimo celebrada el 16 de junio de 1957 en Montjuic, frente al eterno rival el Barcelona. Desgraciadamente, los blanquiazules, que no pudieron contar con su ariete Arcas al estar sancionado, sucumbieron por 1 a 0.

El partido fue muy disputado, donde el Espanyol cedió la iniciativa de juego al Barcelona, que se mostraba incapaz de generar peligro ante la puerta de Vicente, gracias a la gran labor defensiva del Espanyol, con Argilés al frente. Pero en el minuto 80 de juego, en una falta lateral, una indecisión defensiva entre el propio Argilés y el guardameta Vicente, la aprovecha Sampedro para anotar el gol que a la postre significó el alirón para los azulgranas. El Espanyol lo intentó en la recta final y de hecho, Cruellas tuvo en sus botas una buena oportunidad, pero su precipitación abortó la posibilidad de igualar el marcador.

Acción donde Sampedro se avanza a Argilés y consigue el gol

FC Barcelona: Ramallets Olivella, Brugué, Segarra, Vergés, Gensana, Basora, Villaverde, Martínez, Kubala y Sampedro.

RCD ESPANYOL: Vicente, Argilés, Cata. Faura, Gámiz, Casamitjana, Ruiz, Osvaldo, Cruellas, Sastre y Moll.

Goles: 1-0. Min. 80, Sampedro.

Árbitro: Señor Zariquiegui Izco, colegio navarro.

Incidencias: Partido correspondiente a la Final de la Copa del Generalísimo celebrado en el Estadio de Montjuic ante un lleno total. En el palco entregó la Copa al capitán barcelonista Segarra, El Caudillo Francisco Franco.

Contraste de emociones, con Argilés con la mirada perdida

Resumen del  derbi de la Final de Copa de 1957 

ÍDOLO DE SARRIÀ

La entrega y coraje de Antoni Argilés jamás pasó desapercibida por la fiel hinchada espanyolista que agradecieron con ovaciones de gala su gallardía y capacidad de sacrificio en favor del equipo. Una estas muestras evidentes la encontramos en la temporada 1957/58, cuando en la novena jornada frente al Valencia, el público increpa de manera unánime al seleccionador español el señor Manuel Meana, cuando Argilés hace un par de acciones brillantes y le recriminan que el bravo lateral espanyolista no vaya a la selección absoluta.

El técnico Berkessy charlando con Arcas y Argilés entre otros

Tras esta situación, Argilés se crece aún más y se entrega se hace aún más notoria, fruto de ello, se lesionó torciéndose el tobillo, pero gracias a su bravura y a la agua milagrosa del masajista Andujar consigue acabar el partido con el público espanyolista rendido a sus pies. Antoni, tras el partido se mostró agradecido por las muestras incondicionales de cariño de la hinchada hacia su persona. “Haced constar mi gratitud al público por ese testimonio de su simpatía y que me obliga a multiplicarme.  Ha sido una de las satisfacciones más grandes de mi vida y estoy repito muy reconocido al público. Y mi satisfacción hubiese sido redonda si se hubiese conseguido la victoria”.

NOMBRADO PRIMER CAPITÁN

La marcha irremediable por ley de vida de hombres veteranos como Cata, o su amigo íntimo y cuñado, Josep Parra, habían dejado a Argilés como el hombre más veterano en la plantilla blanquiazul. Eso le conllevó a ser el primer capitán en la temporada 1959/60, cuando Parra dejó el club para marcharse al Cartagena.  Para Argilés fue un orgullo y un privilegio ser el capitán del equipo que amaba y defendía a muerte en cada partido.

Caricatura del capitán blanquiazul Argilés 

LOS SESENTA: LA DÉCADA MALDITA

 Los años sesenta para el Espanyol no fueron muy provechosos, sobretodo porque en la parte delantera el equipo había perdido la calidad que otorgaban hombres como Artigas, Marcet, Arcas, Piquín, Egea o Mauri. Pese a ello, el equipo se mantenía en la zona tranquila de la tabla gracias al entramado defensivo formado por Vicente en la portería, y el trío Argilés, Bartolí y Dauder, que hicieron un equipo muy duro de batir a lo largo de los campeonatos 1959/60 y 1960/61, que permitieron al Espanyol mantenerse en la zona tibia de la tabla.

Vicente, Argilés, Bartolí y Dauder, una zaga dura de batir  

Pero esta situación iba a romperse, debido también a las lesiones, ya que el juego de Argilés, yendo siempre al límite y poniendo en riesgo su integridad física, le conllevó a sufrir diferentes lesiones, afortunadamente ninguna de ellas grave, pero si que le dejaban en el dique seco durante dos o tres semanas.

Un duelo que sacaba chispas: Argilés vs Kubala

DEBUT EUROPEO

Una fecha para el recuerdo es sin duda el 13 de septiembre de 1961, donde el Espanyol hacía su debut oficial en competiciones europeas. Fue ante el Hannover 96 alemán y el Espanyol venció en tierras germanas por 0 a 1, gracias a un gol de Camps. El conjunto periquito, demostró un gran nivel y sobretodo la línea defensiva, con Argilés al mando, que pese a reaparecer tras una lesión, el egarense mantuvo a ralla a los atacantes alemanes. Pero, el bravo lateral también tuvo arrestos de subir al ataque y una jugada iniciada por el capitán espanyolista provocó el gol de Camps, que a la postre significó la primera victoria europea del Espanyol en toda su historia, como también el primer gol.

El primer once que debutó en Europa con el RCD Espanyol con Argilés presente

 

  Hannover 96: Meyer, Flegel, Jorss, Weizorek ; Kowol, Fahrtmann, Heiser, Hottz, Schmidtke, Huff y Nijs.

R. C. D. ESPANYOL: Piris, Argilés, Bartolí, Dauder, Muñoz, Sastre; Camps, Carranza, Domínguez, Indio y Czibor.  

Goles: 0-1. Min. 52, Camps.

Árbitro: Josef Casteleyn, Bélgica.

Incidencias: Partido correspondiente a los dieciseisavos de final de la Copa de Ferias, celebrado el 13 de septiembre de 1961 en el Niedersachsen Stadion de Hannover ante 40 mil personas. Fue el primer partido oficial en competiciones europeas del RCD Espanyol.

Argilés celebra con Camps un gol del Espanyol

La marcha europea del Espanyol llegó hasta los cuartos de final, donde tras eliminar a Hannover y Birmingham, el conjunto blanquiazul se derritió bajo el hielo de Belgrado frente al Estrella Roja, ya que los de Ricardo Zamora y Arcas, técnicos del club, no pudieron defender la renta mínima de 2 a 1 y cayeron con estrépito en Belgrado, bajo una impresionante nevada, por 5 a 0. Argilés jugó un total de cuatro partidos.

EL PEOR TRAGO DEPORTIVO DE ARGILÉS

En esa misma temporada, las cosas en Liga no iban nada bien, el conjunto dirigido primero por José Luis Saso llevaba una trayectoria pésima con siete negativos de lastre, motivo que conllevó a la directiva blanquiazul cesar al técnico y contratar al tandem Zamora-Arcas, dos mitos espanyolistas.

Argilés, como capitán dio la cara y habló para Mundo Deportivo: “Podéis creer que todos los jugadores estamos consternados por la situación actual. De ahí, que mis compañeros me hayan delegado a mí, como capitán del equipo, para manifestar a la directiva y a la afición que renunciamos a las primas de los próximos partidos, para compensar el esfuerzo de la directiva para superar esta situación. Aunque ahora lo que valen son los hechos y no las palabras. Por desgracia, al entrenador se le hace responsable de muchas cosas y creo, sinceramente, que nadie ha echado la culpa a Saso que si ha presentado la dimisión ha sido, posiblemente, considerando que podrían cambiar las cosas. He hablado con mis compañeros y les he dicho que el porvenir del Espanyol va estrechamente ligado con cada uno de ellos y les he rogado que defendieran al equipo como patrimonio del fútbol nacional, de un núcleo -importantísimo de aficionados que ponen sus ilusiones en el equipo y de ellos mismos. El Espanyol representa muchísimo para mi; imagínese lo que pesa sobre mi ánimo la situación del club.”  

Equipo base del Espanyol que descendió a segunda

 El esfuerzo del nuevo tandem Zamora-Arcas y de los jugadores encabezados por Argilés, fueron baldíos porque el Espanyol no pudo evitar caer en la promoción de descenso y el rival era el Valladolid.

El Espanyol ya tenía experiencia en disputar promociones y todos esperaban que dicha veteranía en estas lides fuera suficiente para batir al Valladolid, el gran inconveniente jugar la ida en casa.

Así se llegó el 29 de abril de 1962, para disputar el primer partido de la promoción frente al Valladolid en Sarrià. El cuadro espanyolista salió temeroso, por las posibles contras de los castellanos, pero pese a ello dominaba el encuentro y cada vez embotellaba más al conjunto de Heriberto Herrera, que estaban convirtiendo a su portero como al mejor del encuentro.

Argilés saludando al capitán pucelano junto al colegiado

En el minuto 27,  un lanzamiento de falta es rematado impecablemente por Indio que transforma el primer gol espanyolista. El jolgorio en las gradas es espectacular, incluso se hacen estallar cohetes por dicho gol. El Espanyol por fin había abierto la lata, pero se debía aumentar esa escasa renta.

 

Indio rematando en el momento del gol

En la reanudación, el partido fue más abierto y ambos equipos más decididos al ataque. En el minuto ocho del segundo período, llega una de las jugadas que marcaron el destino de esta promoción. Camps penetra con decisión, driblando a Sanchís y el defensor pucelando le zancadillea, cometiendo un claro penalti que el colegiado Gardeozábal, no duda en señalar. Momento de intenso dramatismo en el césped y en  los graderíos… Muy decido Carranza se prepara para ejecutar la pena máxima. El jugador argentino dispara flojo y centrado, y el guardameta pucelano Calvo lo ataja sin demasiados problemas, el Espanyol malbarata una inmejorable ocasión para poner en franquicia su permanencia en primera.

Momento que Carranza lanza el penalti frente al Valladolid

El público, pese a esta malograda ocasión, no cesa de animar a los suyos hasta el final, pero los nervios atenazan a los blanquiazules, que aunque son todo corazón, no logran hilvanar ocasiones manifiestas, demostrando excesivos nervios, que impiden que el Espanyol incremente su ventaja y tenga que viajar a Valladolid, con un solitario gol de renta.

R. C. D. ESPANYOL: Joanet, Argilés, Bartolí, Rivas; Gordejuela, Sastre, Castaños, Santos, Indio, Carranza y Camps.

   

R. Valladolid: Calvo, García Verdugo, Gómez, Pinto, Endériz, García, Ramírez, Sanchís, Morollón, Mirlo y Molina.

Goles: 1-0. Min. 27, Indio.

Árbitro: Gardeázabal.

Incidencias: Partido correspondiente a la ida de la promoción a primera división disputado en Sarrià, en un lleno absoluto.

Las espadas estaban por todo lo alto para la vuelta, el 06 de mayo, en el Estadio de Zorrilla, la expectación en Pucela era máxima para aupar al Valladolid a primera, pero el Espanyol viajaba confiado, porque su mejor imagen esa triste temporada siempre la había ofrecido lejos de Sarrià, tal y como reconoció Zamora en la previa del partido. “Fuera de Sarrià los chicos juegan más desprendidos de su nerviosismo, La opinión de los muchachos, y no de ahora, sino de antes de disputar esa eliminatoria coincidía en que el partido que se presentaba más difícil era el de Sarriá”.

Antes de iniciarse el encuentro ya empezó con mal pie el conjunto perico, al ser obligado a cambiarse de camiseta, ya que el colegiado Birigay no aceptó que el cuadro espanyolista fuera con camiseta blanca y los jugadores se tuvieron que poner una roja, que con los pantalones azules, hacían una combinación nada agradable para cualquier espanyolista.

El Espanyol se hizo la foto con la camiseta blanca pero jugó de rojo

El Espanyol planteó un once marcadamente defensivo, a la espera de defender su mínima renta y aprovechar alguna contra para sentenciar la promoción. Eso inclino la balanza ofensiva irremediablemente a favor del Valladolid, que ponía cerco a la meta de Joanet, sobretodo con lanzamientos directos a la área perica. Todo y este guión, el Espanyol aguantó el empate al descanso.

En el segundo período, el mismo guión, aunque el Espanyol avisó un par de veces con el extremo Camps que puso el miedo en el cuerpo de los locales. Los minutos iban pasando, pero el cuadro local no perdía la fe y la hinchada vallisoletana volcada con su equipo y enfurecida con el árbitro, tras anularles un gol, siguieron empujando para remontar la eliminatoria. Fruto de ello, quedando poco más de un cuarto de hora para la conclusión, otro balón colgado al área de Joanet, y García de cabeza avanzándose a Argilés anota el primer tanto e iguala la eliminatoria.

Argilés y Joanet no pueden evitar el remate de García

El miedo ya era palpable en los rostros de los espanyolistas, veían que esos minutos finales se les iban hacer eternos y el drama llegó a dos minutos para la conclusión, cuando Rodilla, jugador espanyolista en el futuro, de cabeza enviaba al Espanyol por primera vez en segunda. Lamentaciones y los llantos se hicieron palpables en todos los expedicionarios pericos, daba dolor verlo, ni Zamora ni Arcas se acercaron por la rueda de prensa, no podían articular palabra, tras el desastre, el Espanyol estaba en segunda y por méritos propios.

Rodilla marca y envia al Espanyol a segunda

R. Valladolid: Calvo, García Verdugo, Francisco Juan Gómez, José Pinto, Rodilla, García, Ramírez, Sanchís, Morollón, Mirlo y Molina.

R.C.D. ESPANYOL: Joanet, Argilés, Bartolí, Rivas; Abel, Gordejuela, Muñoz, Domínguez, Sastre, Indio y Camps. 

Goles: 1-0. Min. 73, García. 2-0. Min. 88, Rodilla. 

Árbitro: Birigay. Amonestó a Gómez, Sanchís, ambos del Valladolid.

Incidencias: Partido de vuelta de la promoción de descenso, disputado en el Estadio de Zorrilla, lleno total. El Espanyol perdió la categoría por primera vez en su historia.

ARGILÉS CUELGA LAS BOTAS

El bravo jugador espanyolista de manera inesperada y tras saber que no entraba en los planes para ascender el equipo a primera división, decidió muy a pesar suyo, ya que sólo tenía 30 años dejar la práctica del futbol, cuando aún le restaban dos años de contrato con el club. “Quería continuar, pero me retiro por el bien del club y ayudar a ascender al Espanyol de nuevo a primera. Hace poco hablé con el presidente, Césareo Castilla, quien me expuso que el nuevo entrenador Heriberto Herrera quería renovar a la plantilla y por ello, dejo el futbol. Antepongo mi corazón a mi cerebro, el presidente tocó mis sentimientos espanyolistas y de allí mi decisión. Se que una vez más sacrifico mi bien personal al del club, pero es lo que me dicta el corazón”. A sabiendas que a Argilés ofertas no le faltaban de clubes de primera que le ofrecían dos años, como el Valladolid, Depor o Málaga, incluso del propio Sabadell, extrañaba la decisión del jugador egarense, pero él lo tenía claro. “La cosa está decidida, francamente, ahora lo único que me ilusiona es mi partido de homenaje que celebrará el club por mis servicios prestados, además mi abandono no es absoluto, ya que Césareo me comentó que me buscarían un puesto en el club, aún por designar, para contribuir en el ascenso del equipo. Me voy con muy buenos recuerdos, sobretodo de la etapa Scopelli, pero también con mal sabor de boca en estos últimos años, donde ha habido excesivos nervios que han minado a la afición y hasta los propios graderíos, sin duda, han sido nuestro peor enemigo”.  Una vez más Argilés demostraba su auténtica devoción por dos colores: el blanco y el azul.

Finalmente, Antoni Argilés cogió el equipo amateur del Espanyol, donde demostró sus grandes dotes como técnico, aunque en el club de su vida lamentablemente no lo pudo demostrar. Por cierto el partido de homenaje no se celebró nunca.

VUELVE A VESTIRSE DE CORTO EN EL ESPANYOL

Lo cierto, es que al bueno de Argilés se le veía algo dolido por su baja forzosa como jugador del club, ya que según el propio Argilés confesó, Arcas había dejado unos informes donde catalogaba al lateral de Terrassa como uno de los mejores de la plantilla, pero los nuevos responsables no opinaron igual y decidieron dar fin a su etapa como jugador.

Pero a Antoni Argilés tras su inesperado abandono de la práctica del futbol, en octubre de 1963, ya el Espanyol en primera, confesaba que su deseo era retornar al Espanyol como jugador. “Quizás obré de modo precipitado, pero diversas causas influyeron en mi decisión. El descenso del Espanyol y la reorganización de que fue objeto el club por tal motivo. Por mi manera de enfocar las cosas al margen del equipo. Soy algo, como podríamos llamar, romántico, eso, soy un romántico del fútbol. Para mi no era una profesión o un deporte, sino un ideal que servir y unos colores que defender. Estos no eran ni más ni menos que los del Espanyol. No podía concebir a Argilés de defensa en otro equipo. Con camiseta extraña. Me parecía traicionar a mi club. Si me dicen que vuelva, vuelvo seguro”.

Argilés volvía a vestirse de corto

Finalmente, Argilés fue de nuevo inscrito como jugador blanquiazul a mediados del mes de noviembre, tras el visto bueno del tandem Scopelli y Areso, recuperando también de esta manera la capitanía de la plantilla. Reapareció frente al Pontevedra en Sarriá, el 24 de noviembre y el partido finalizó con empate a cero. Contrariamente a lo esperado, el egarense se mostró muy suelto y sin apenas notar el año y medio de inactividad. Tras la conclusión del partido, Argilés se mostró satisfecho de su actuación. “Pues que no lo hice tan mal como creía. De entrada me noté descolocado, no acababa de encontrarme a mi mismo. Más que por otra cosa por la preocupación de no defraudar a la afición y a los que han confiado en mí al alentarme a tomar esta decisión. Después, conforme fue transcurriendo el partido, no creo que me afectara más allá de haber estado dos partidos sin jugar”. Respecto a su nuevo rol, el capitán comentó “Todo está igual que antes, lo que ahora el club ha decidido ponerme como jugador, pero cobro lo mismo y si más tarde deciden que vuelva a los despachos pues volveré y tan contento, porque querrá decir que el Espanyol ha encontrado al defensa que quería”.

R. C. D. ESPANYOL: Joanet; Argilés, Bartolí, Muñoz, Idígoras, Santos, Tejada, Ramírez, Kubala, Carranza y Mercadé.

   Pontevedra: Fermín; Ascueta, Batalla, Cholo; Calleja, Vallejo; Ribada, Martin Espada, J. Jorge, Marcaida e Igiesias.

Goles: –

Árbitro: Clausí.

Incidencias: Partido correspondiente a la décima jornada del Campeonato de Liga celebrado en Sarrià, ante poco público, en gran parte debido a que el encuentro es televisado. Se guarda un respetuoso minuto de silencio por el fallecimiento del presidente de los EE.UU. J.F. Kennedy.

EL EQUIPO PROMOCIONA DE NUEVO

El Espanyol, tras su regreso a primera no lo pasó bien, incluso habiendo fichado al astro Kubala, aunque sus mejores tiempos habían pasado. Argilés jugó 18 partidos de Liga y junto a sus compañeros no pudieron evitar de nuevo realizar la promoción de descenso esta vez contra el Sporting de Gijón. Pese al relevo de técnicos y poner a Perico Solé como entrenador, supervisado por Kubala y el propio Argilés.

Mientras el Espanyol esperaba con angustias la promoción, Vila Reyes ya anunció nuevos fichajes para el club y que ayudarían al Espanyol en la Copa del Generalísmo como era el caso de Carmelo Cedrún, Rodilla, Vall y Juan Manuel. Los ánimos de la hinchada perica eran muy altos con estos refuerzos, pese que no podían contar con ellos en la Promoción, pero si en la Copa y demostraron un gran nivel llegando a cuartos de final cayendo con el Barcelona.

El Espanyol pierde en la primera manga de la promoción en Gijón por la mínima, pero la sensación es que el cuadro barcelonés es superior al asturiano e incluso el colegiado Zariquiegui no concede un gol legal, al considerar que el balón no traspasó la línea de gol, cuando en realidad si lo hizo.

R. Sporting de Gijón: Cobo Medina, Alonso, Uribe; Puente, Eraña; Montes, Biempica, Félix, Pocholo y Amengual.

R. C. D. ESPANYOL: Piris; Argilés, Bartolí, Pedrín, Riera, Muñoz ; Boy, Kubala, Idígoras, Ferrando y Domínguez.

Goles: 1-0, Min. 55, Montes.

Árbitro: Zariquiegui.

Incidencias: Partido correspondiente a la ida de la promoción a primera división disputado en el Molinón, en un lleno absoluto.

KUBALA DECIDE LA PROMOCIÓN

El partido de vuelta hubo un protagonista y ese indiscutiblemente fue el astro húngaro Ladislao Kubala. El conjunto perico sentenció la eliminatoria de promoción al cuarto de hora de partido al anotar dos tantos y dejó KO al cuadro asturiano, que en ningún momento se vio capaz de recortar la ventaja. En el segundo tiempo, Idígoras hizo la puntilla final y el Espanyol se mantuvo en primera, tras un año de mucho sufrimiento.

R. C. D. ESPANYOL: Piris, Argilés, Bartolí, Pedrín, Riera, Muñoz, Boy, Kubala, Idigoras, Maguregui y Martínez. 

R. Sporting de Gijón: Cobo, Medina, Alonso, Uribe, Puente, Eraña, Montes, Biempica, Félix, Pocholo y Amengual.

Goles: 1-0, Min. 14, Kubala. 2-0, Min. 15, Muñoz. 3-0. Min. 70, Idígoras.

Árbitro: Gómez Arribas. Expulsó a Boy y a Pocholo, uno por bando.

Incidencias: Partido de vuelta de la promoción de descenso, disputado en el Estadio de Sarrià, casi lleno. El Espanyol mantiene la categoría al superar el 1 a 0 de la ida.

Kubala felicitado por sus compañeros

CUELGA LAS BOTAS DEFINITIVAMENTE

El partido frente el Sporting, el 21 de mayo de 1964, supuso el fin de la carrera futbolística de Argilés y la dejó con el Espanyol en primera, donde siempre lo conoció el bravo jugador vallesano. Tras el partido, el zaguero se mostró satisfecho, sobretodo por su hijo Alfons, que estaba en cama por ictericia, “el muchacho se habrá llevado un alegrón escuchándolo por la radio”.

ARGILÉS A LOS BANQUILLOS

Argilés se desvinculó por completo del club, aunque seguía jugando con los veteranos: primero con la Agrupación de veteranos de Barcelona y posteriormente a partir de su fundación en 1970, en la del RCD Espanyol. En el año 1965 aprovechó para sacarse el carné de entrenador, donde fue el primero de su promoción, donde había más de ochenta técnicos. Su primera oportunidad no le tardó en llegar y fue con el Manresa, equipo que cogió en la recta final de la temporada 1964/65 y consiguió salvar del descenso.

Tras esa breve aventura en el Bages, el técnico egarense firmó por el Badalona. Tras su periplo de dos años con los de la Avenida de Navarra, Argilés fichó por el Sant Andreu, equipo que mantenía un vínculo de filial en aquella época con el Espanyol, sellado por los presidentes Vila Reyes y Narcís Sala. El técnico egarense ya mostraba su enérgico carácter en los banquillos y en un partido frente el Europa, Argilés es sancionado con seis partidos. Argilés se defendía de tal castigo, argumentando “me han expulsado dos veces como técnico, las dos curiosamente en el campo del Europa, serán casualidades”.

Argilés era todo nervio en el campo y en los banquillos

Lo cierto es que con el Sant Andreu, Argilés sólo cumplió un partido de sanción, ya que la marcha del Espanyol de Janos Kalmar, obligó a los directivos blanquiazules hacer un relevo en el banquillo, aunque dicho movimiento ya se preveía un mes antes de producirse, cuando el mismo Vila Reyes confesó que le gustaría que en un futuro Antoni Argilés fuera el Miguel Muñoz del Espanyol, recordamos que el técnico Miguel Muñoz fue un técnico de reputado prestigio durante las décadas 50 y 60 del Real Madrid de Di Stéfano, Puskas, Gento, etc. Estas declaraciones de Vila Reyes no hace falta decir que fueron muy bien recibidas por Argilés, que confesaba “He leído lo dicho por don Juan Vila Reyes y me ha sentado muy bien. Especialmente, cuando dice que Argilés puede ser, algún día, lo que Miguel Muñoz para el Real Madrid… Eso me ha gustado. Me encantaría entrenar al Espanyol, tengo una ilusión extraordinaria. Créame que no estoy deseando otra cosa. Negarlo, seria hipocresía y falta de sinceridad. Nunca he retrocedido ante nada y aunque el encargo tiene sus dificultades, procuraría cumplir y salir adelante”. Ante un posible fracaso en el banquillo blanquiazul, si se diera el caso, el técnico egarense no tenía miedo a ese posible reto. “Considero que tiene a una plantilla sensacional que cabría obtener mucho de ella, Pero me da la impresión de falta de moral. De fa!ta de ánimo, De poca relación, incluso entre los jugadores. Algo frío que no cabe admitir en quien vista los colores blanquiazules”.

NOMBRADO PRIMER ENTRENADOR DEL ESPANYOL

Finalmente el sueño de Argilés se hizo realidad poco después, ya que el 08 de octubre de 1968 fue nombrado entrenador del Espanyol, después que el Espanyol cayera estrepitosamente por 5 a 0 frente al Córdoba en El Arcángel. “Habiendo presentado con carácter irrevocable la dimisión de los cargos que respectivamente ocupaban en este Real Club, Don Janos Kalmar y Don Emil Ostreicher, la Junta Directiva ha acordado aceptarla, agradeciéndoles los servicios prestados, y al propio tiempo ha nombrado a Don Antonio Argilés, Director Técnico del Club y Entrenador de su primer equipo”. Así rezaba el comunicado de la Junta Directiva del club blanquiazul.

Esta drástica y a la vez esperada decisión fue debido a los últimos resultados adversos sufridos por el primer equipo del R.C.D. Espanyol y, consecuentemente, a su actual clasificación poco en consonancia con los esfuerzos de diverso orden realizados por sus directivos, con el señor Vila Reyes a la cabeza, en aras a la consecución de una de las mejores plantillas dé España. El técnico egarense respondía al perfil deseado por todos, un hombre de la casa, con nervio y mano dura si hacía falta, hecho que la gente echaba en falta con Kalmar, ya que jugadores de calidad había para dar y tomar: Glaría, Re, Marcial, José María, Lico, Amas, Rodilla, etc., pero los resultados no se hayaban.

Argilés siendo presentado a la plantilla por Vila Reyes

Su debut, pese no poder estar en el banquillo al estar sancionado lo hizo su ayudante y ex-compañero Agustí Faura, no pudo ser más esperanzador, victoria 2 a 0 al Athletic de Bilbao en Sarrià. Parecía que el Espanyol podría remontar el vuelo y luchar por cuotas más acordes a su plantilla. Pero nada más lejos de la realidad, lo cierto es que el equipo no acaba de funcionar y Argilés por mucho que se esforzara e hiciera decisiones difíciles de tomar como dejar fuera a gente de la talla de Re o Lico en convocatorias y es que Argilés quería hombres y no nombres, pero todo era en vano, el equipo no cuajaba y se hundía cada vez más en la miseria. Argilés pedía paciencia y comprensión a la hinchada blanquiazul. “Necesitamos compenetración en el equipo .y comprensión en las aficionados. Entiendo el sentir de la afición; pero quisiera que se compenetrase con las ideas mías en el logro del Español que todos ansiamos en ver”. Sobre la cuestión si ahora sufría más que antes como jugador, Argilés negó tal extremo. “Cuando se sienten unos colores, se sufre en el mismo grado en todos los ámbitos. Sufro igual como entrenador que como jugador o aficionado que lleve al Espanyol en el corazón”.

La afición volcada con Argilés pedía mano dura

ARGILÉS NO PUEDE EVITAR EL DESASTRE

Verdaderamente al Espanyol le tocó sufrir muchísimo y llegó a la última jornada en la Rosaleda, no dependiendo de sí mismo, debía esperar un tropiezo del Zaragoza o la derrota del Pontevedra, con la desventaja de que ambos jugaban en casa. Al Espanyol, el empate también le valía si el Zaragoza perdía frente al Córdoba, pero la realidad es que los espanyolistas cayeron estrepitosamente frente al Málaga, equipo virtualmente descendido también, por 4 a 0 y poco importaba el resto, pese que ni Zaragoza ni Pontevedra ganaron sus envites.

Argilés junto a su ayudante Faura, en medio, el señor Armillas

Otro duro varapalo para la familia espanyolista que veía en menos de una década descender al Espanyol por segunda vez en su historia y obviamente para Argilés, que vivió dichos descensos primero como capitán y ahora como primer técnico, todo un golpe a su orgullo perico. Las caras largas de la expedición espanyolista recordaban las que se vivieron siete años atrás en Valladolid. Nadie se explicaba el porqué del descenso, aunque todos se temían ese fatal desenlace.

 

Argilés con Vila Reyes, momentos después del descenso

Lo más triste para el propio Argilés fue cuando el día siguiente, tras el entrenamiento del equipo en Sarrià,  le esperaban, los socios con ganas de reprochar su tarea en frente del equipo. Al salir Argilés, por otra puerta a la esperada, los irascibles aficionados van disparados hacía a él para abuchearle, aunque afortunadamente la cosa no pasó a mayores, sin duda, a un espanyolista hasta el tuétano como Argilés esta situación era una auténtica pesadilla. Argilés finiquitó su vinculación profesional con el Espanyol, tras este amargo descenso, aunque su corazón siempre fue blanquiazul y estaba presente en los partidos de los veteranos del club. Quien también finalizó su estrecha vinculación con el Espanyol fue Vila Reyes, que su sueño de hacer un Espanyol campeón acabó con él en la cárcel, por el escándalo Matesa, y el Espanyol en segunda, todo un panorama.

Argilés no consiguió salvar al club de su vida del descenso

 ENTRENANDO A DIVERSOS EQUIPOS DE LA GEOGRAFIA CATALANA

Tras su paso en falso como técnico del Espanyol, el egarense estuvo entrenando a diversos equipos de la geografía catalana como el Nástic, el Badalona, siendo esta su segunda etapa y a parte de entrenador ocupó otros cargos técnicos en el club de la Avenida de Navarra, el Europa, Hospitalet o su último club el Bufalà, entidad que dejó en 1983/84.

A pesar de su desvinculación profesional con el Espanyol, Argilés siempre siguió de cerca el desarrollo de la actualidad blanquiazul e iba a Sarrià cuando podía, acompañado de sus hijos Alfons y Carmè, dos pericos de pro como su padre,  y les daba lecciones de futbol que de ello el bueno de Antoni sabía un rato.

Lamentablemente el 21 de agosto de 1990, Argilés nos dejó tras sufrir una dura enfermedad, cáncer de laringe, a la temprana edad de 58 años. El Espanyol perdía uno de sus mitos vivientes y el que había jugado más partidos oficiales con el RCD Espanyol, hasta la llegada de Tamudo, otro perico de corazón.   

Argilés pugnando con Luis Aragonés. El lateral sigue siendo el jugador que más minutos ha jugado en primera con el Espanyol

LOS 300 PARTIDOS QUE ERAN 301

Cuando el delantero Raúl Tamudo parecía que iba a igualar frente al Almería en la temporada 2007/08 el récord oficial de partidos disputados en Primera División con el Espanyol que estaba en posesión de Antonio Argilés desde 1964, finalmente no pudo ser así, ya que un socio espanyolista Oriol Pagés denunció al diario AS, que la marca de Argilés no era de 300 encuentros, sino de 301.

Sánchez Llibre hace entrega de la camiseta con los equivocados 300 partidos de Liga de Argilés a sus dos hijos en un acto del Centenario del club. En realidad fueron 301.

Siempre se había insistido, y así consta en la base de datos de la LFP, el organismo que regula el fútbol español, que el defensa de Terrassa había disputado 300 partidos en primera división con la camiseta blanquiazul. Sin embargo, un error arbitral en la redacción de un acta, le ha privado de uno que fue anotado, injustamente a su compañero Aguirre.

La historia es la siguiente: el 13 de noviembre de 1960 el Espanyol se midió en la 30 jornada de liga al Valladolid en el ya desaparecido campo de Sarrià. En ese partido, que terminó con un resultado de 1 a 2 para los visitantes. Consta en el once titular Aguirre y no Argilés que fue quien, en definitiva, jugó ese encuentro. El colegiado del partido, confundió a ambos jugadores y desde hace 48 años ese error oficial se mantiene puesto que no fue corregido en su momento. Por tanto, Argilés se enfundó la camiseta del Espanyol en 301 partidos y no en los 300 como siempre se había creído y como se había insistido históricamente.

Aguirre fue confundido por Argilés por el árbitro Lacambra

 

RCD ESPANYOL: Joanet, Argilés, Bartolí, Muñoz; Recamán, Sastre, Torres, Boy, Coll, Domínguez y Camps.

R. VALLADOLID: Estrems, Pontoni, Solé, Lesmes Li, García, García Verdugo; Ramírez, Zaldúa, Morollón, Endériz y Joselín Diez. 

Goles: 1-0, Min. 4, Boy. 1-1, Min. 44, Endériz. 1-2. Min. 51, Endériz.

Árbitro: Lacambra.

Incidencias: Partido correspondiente a la novena jornada de Liga, disputado en el Estadio de Sarrià. El colegiado en el acta confunde a Argilés por Aguirre, por eso en los datos oficiales de la LFP constan 300 partidos del jugador egarense y no los 301, que debería tener.

Siguiendo con este capítulo de paradojas, se da la circunstancia de que el encuentro en el que Tamudo igualó el récord de Argilés fue precisamente contra el Valladolid. Actualmente, el delantero obviamente ha superado el récord del bravo defensa egarense.

AFORTUNADOS DE TENER A UN TIPO COMO ARGILÉS

Hablar de Argilés no sólo es hablar de un gran jugador sino de un símbolo de Sarriá en los años cincuenta. Tenía velocidad, inteligencia, regate, autoridad y coraje. Durante mucho tiempo, en aquella época; fue el mejor lateral del fútbol español y un ejemplo en su puesto. Le faltó la pizca de suerte que han tenido muchos otros para llegar a la internacionalidad, la rozó muchas veces y se la mereció muchas otras, pero por “hache” o por “be”, nunca llegó a ser internacional absoluto, cosa que merecía como ningún otro. Como tampoco tuvo suerte de lograr un título, tuvo tanto la Liga como la Copa a tocar, en cambio, si tuvo la desgracia de vivir en primera persona los dos primeros descensos del club, primero como capitán y luego como entrenador. Incluso su muerte, fue larga y tortuosa, pero siempre la llevo con enorme dignidad con la compañía inseparable de los suyos.

Quienes le conocieron dijeron que todos estos aspectos le marcaron su carácter que se convirtió más agrio a medida que transcurrió el tiempo. Pero lo cierto es que Argilés fue un hombre que lo dio todo, absolutamente todo para y por el Espanyol, pese que pocos en su día se lo reconocieron y tuvo que marchar del club por la puerta de atrás.

Argilés todo un símbolo de entrega y amor a unos colores 

Afortunadamente, como el tiempo es la mejor medicina, la historia ha puesto a Don Antonio Argilés en el lugar que le corresponde. Siendo un referente absoluto e imprescindible en la historia de los jugadores que han defendido nuestra sagrada camiseta. Sin duda, la pizca de suerte que le faltó, nos la dio a nosotros,  al poder decir con orgullo que con nosotros jugó Antoni Argilés Antón, un perico de corazón.

ESTADISTICAS EN LIGA DE ANTONI ARGILÉS

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Bibliografía: Mundo Deportivo, La Vanguardia, Diari de Terrassa, Libros de Historia del RCD Espanyol

Fotos: Diari de Terrassa, Mundo Deportivo, Marca, Revista Tot Espanyol, Pericos Online  y Libros de Historia del RCD Espanyol

This entry was posted on 18 agosto 2009 at 18:12 and is filed under ARGILÉS. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.