DANIEL SOLSONA PUIG

En el campo, cuando debutó ya era listo como nadie. A pesar de su juventud, ya entonces llevaba la batuta mágica del equipo. Aunque posteriormente, jugó en Valencia, Bastia, Racing de París, Reims y Sant Andreu, la última etapa de su vida, lo esencial de la misma se desarrolló en el Espanyol, donde fue el gran ídolo de la década de los ‘70.

Llegó al Espanyol a los 12 años de edad y todos eran conscientes de la enorme proyección de ese niño de Cornellà, que su padre lo llevó al club como fiel seguidor que era. Debutó con 17 años en un partido de Copa en Sarriá frente al eterno rival, y el Noi de Cornellà ya empezaba a mostrar sus grandes dotes de futbolista. Finta a finta, quiebro a quiebro, pose a pose, se fue labrando el liderazgo del equipo. Para los aficionados se convirtió en un ídolo intocable; para la directiva en un filón sin explotar que podía valer muchos millones en cualquier momento; para los contrarios, una preocupación cuando tenía el balón en los pies, pero a la vez una tranquilidad cuando el Espanyol debía defender, ya que Solsona, sabedor de su condición de artista del balón, no encajaba en un equipo defensivo, peleón, luchador.

Lo suyo era hacer filigranas y manejarse con el cuero, no maltratarlo pateándolo sin ton ni son. Por eso nunca marcó a su par contrario, nunca luchó hasta la extenuación. Pero en cambio deleitó a la parroquia de Sarrià con goles de muy bella factura, mimando el balón, acariciándolo, cuidándolo como se cuida a algo muy querido. Dotado de un talento natural incomparable era una delicia de profesión y arte.

PARTIDOS DE LIGA

PARTIDOS EN EUROPA

7 VECES INTERNACIONAL CON ESPAÑA (3 REPRESENTANDO AL RCDE)

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This entry was posted on 23 mayo 2009 at 16:13 and is filed under Solsona. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.