El guardameta gallego llegó con 35 años, procedente del Milan italiano, por lo que se creía que su paso por el conjunto periquito no sería muy largo, pero nada más lejos de la realidad. Su gran rendimiento y sus deseos de seguir compitiendo, le hizo permanecer en el club blanquiazul seis campañas, rindiendo por norma general a un gran nivel, que le hizo ganarse el respeto y cariño de la parroquia periquita. El cancerbero lucense ostenta, nada más y nada menos, tres records de imbatibilidad: El de Primera división, con 585 minutos, el de competiciones europeas con 373 minutos y el de segunda división con 538 minutos. Datos que dejan bien a las claras de su buen rendimiento y de la impromta que dejó en la entidad catalana.
Pese que él quiso seguir vistiendo la zamarra blanquiazul, el club decidió no renovarle cuando el de Paradela ya tenía 41 años. Dicha edad, no le impidió seguir en activo en otro equipo de primera división como el Rayo Vallecano.
A parte de su exitosa carrera en el Espanyol, su trayectoria fue muy brillante. Empezó en las categorías inferiores del Real Madrid, donde estuvo a la sombra de Iker Casillas, por lo que se tuvo de abrir camino fuera de la entidad blanca y lo hizo con éxito en el Villarreal, donde firmó campañas descollantes y le permitieron ser internacional. Posteriormente, también jugó en el Sevilla, de nuevo en el Real Madrid y Milan, el último equipo antes de recalar en el Espanyol.
Delantero hábil, con gran capacidad de asociarse con sus compañeros y con una gran capacidad goleadora. El de Santa Perpetua de la Moguda militó tres años en la entidad perica, dejando una profunda huella y su marcha causó un gran dolor a la parroquia blanquiazul.
El ariete, tras estar seis años en el futbol base perico e impregnarse del sentimiento blanquiazul, tuvo que dejar el club por la falta de minutos e irse al Badalona. En el cuadro escapulado, Gerard sobresalió de gran manera y el Villarreal de la mano de un ex técnico perico, Lluís Planagumà, lo fichó para el Villarreal C. Sus buenas actuaciones le permitieron dar el salto al primer equipo, que accidentalmente ese año militaba en la segunda división, un año y medio más tarde de su fichaje en las filas del conjunto groguet.
Pese ese ascenso meteórico al primer equipo, su consolidación fue más difícil, ni con una fructífera cesión al Mallorca, Gerard se ganó todos los minutos que deseaba en las filas amarillas. Esa situación y la llamada del Espanyol, hicieron que forzara su salida, pese la mala situación económica y deportiva del cuadro perico, en contraposición a la situación del Villarreal que era uno de los equipos nobles de la Liga
Su regreso no fue fácil y se necesitaron unas largas negociaciones en la que el jugador jugó un papel clave al presionar para volver al club donde se formó en el verano de 2015. Pese a ello, el Villarreal se guardó la mitad de los derechos económicos del jugador, ya que el Espanyol no podía hacer frente a un dispendio económico elevado.
Tras una discreta primera temporada marcada por los malos resultados deportivos y los cambios institucionales en el club blanquiazul, Gerard Moreno se destapa en su segunda temporada, ya dentro del proyecto de Mr. Chen y con Quique Sánchez Flores como entrenador, anotando más de 13 goles y siendo pieza fundamental y, por momentos, capitán del equipo.
Su tercera temporada como blanquiazul aún resulta más brillante que la anterior, donde no solo destaca su faceta goleadora, sino que es quien absorbe toda la capacidad ofensiva del equipo, como hacía en su época su ídolo Raúl Tamudo. Sin duda alguna Gerard Moreno se convirtió por méritos propios en un emblema del club periquito.
Como es habitual en la historia del Espanyol, las alegrías escasean o duran muy poco. La situación económica del Espanyol, pese haber mejorado notablemente con la llegada del empresario chino Mr. Chen, seguía siendo delicada y eso ayudó que los blanquiazules acordaran la venta de Gerard Moreno por 20 millones de euros al Villarreal que lo repescaba, tras venderlo al Espanyol tres años antes por un millón y medio. El negocio económico era indudable para el conjunto catalán, pero deportivamente y sentimentalmente era otro golpe para los blanquiazules.
De Gustavo Green podemos decir que fue el Tamudo de principios de siglo, ya que su presencia fue decisiva para que el Espanyol ganara su primer título, la Copa Macaya, marcando 7 goles en la competición, dos de ellos en el partido decisivo contra el Hispania (organizador del campeonato).
Gustavo H. Green y Córdoba fue un futbolista de inicios del siglo XX. Malagueño de nacimiento, hijo de padre inglés y madre española, y catalán de adopción (contrajo matrimonio con una catalana en Barcelona) fue la primera gran estrella del fútbol catalán. Después de pasar la infancia en un barrio del sur de Londres volvió a la ciudad condal y empezó jugando amistosos con el Escocés FC, el Catalán FC, y el Team Roig.
Sus peripecias en el mundo del balón son numerosas. Fue pieza clave en la obtención de la primera Copa Macaya, el primer campeonato de futbol organizado en España, por parte del Hispania AC. El malagueño era entonces capitán y alma de los hispanos, primer equipo en derrotar en toda la historia al Barça. Green marcó en aquel encuentro los dos goles del Hispania, que elevó el color rojo de sus camisetas hasta el cielo de Barcelona para levantar la Copa Macaya en 1901. Posteriormente, disputas con su equipo provocaron su marcha y el consiguiente ingreso al FC Barcelona, donde ganó su segunda Copa Macaya en 1902.
La siguiente temporada fichó por la Espanyol, donde permaneció la mayor parte de su vida futbolística. Volvió a proclamarse campeón de la tercera y última edición de la Copa Macaya en 1903, siendo el máximo goleador de la competición y jugador fundamental para ese joven club nacido de universitarios barceloneses. Ganó por lo tanto todas las ediciones de esta competición, cada año con un equipo diferente.
La temporada siguiente el Espanyol revalidó el campeonato de Catalunya, esta vez con la denominación de Copa Asociación de Clubs de Barcelona, donde los pericos arrasaron en el campeonato ganando 15 de los 16 encuentros y cedieron tan solo un empate en casa del Barcelona.
Su peso en el equipo era tan fuerte, que debido a que en su época no existía la figura de entrenador, él y su compañero Ángel Ponz, eran los encargados de dirigir los entrenamientos. Tras estar tres años en el Espanyol, tuvo que dejar las filas blanquiazules por la suspensión de las actividades de la entidad y volvió al Barcelona en 1906, volviendo de nuevo al Espanyol en 1908, donde acabó su trayectoria en activo en 1912, donde ganó su quinto campeonato de Catalunya, tercero con el Espanyol. Una vez alejado de los terrenos de juego, no dejó de estar vinculado con la entidad blanquiazul, ya que realizó funciones como contable en la directiva del RCD Espanyol presidida por Santiago de la Riva.
Gustavo Green fue un avanzado a su época, una estrella en los tiempos heroicos del deporte, un superdotado del balón capaz de levantar títulos en todos los clubes en los que jugó, pero, sobre todo, Gustavo Green fue un malagueño casi anónimo que puso la primera bandera del fútbol en todo lo alto de la Ciudad Condal.
Centrocampista todoterreno e infatigable que llegó a las filas del Espanyol en el mercado invernal de 2012. Nacido en Rubí, el vallesano se formó en las categorías inferiores del Europa. Su buena trayectoria con los escapulados le hizo dar el salto a la cantera del Barcelona. Su buen hacer en las categorías inferiores de los azulgrana, le permitió debutar de la mano de Frank Rijkaard en el primer equipo barcelonista, con 20 años, como lateral diestro. Su debut en Liga tuvo lugar el 18 de marzo de 2008, contra la UD Almería. Con Guardiola al cargo del primer equipo, Víctor realizó la pretemporada 2008 con el primer equipo, jugando 7 partidos de Liga durante la temporada, pero teniendo dorsal del filial.
Debido a las pocas opciones de minutos, el Barcelona lo cedió al Xerez, donde el vallesano demostró su gran versatilidad, jugando en diversas posiciones, ya fuera como lateral o mediocampista. Pese su buena labor, Víctor Sánchez no pudo evitar el descenso de los jerezanos. La siguiente temporada fue cedido de nuevo, esta vez en el Getafe. En el cuadro azulón, tuvo la plena confianza del técnico Míchel. Esas actuaciones hicieron que el Neuchatel suizo con los petrodólares del checheno Bulat Chagaev lo adquiriera en propiedad, junto a otros jugadores españoles como Arizmendi y David Navarro, junto al técnico Joaquín Caparrós. Este proyecto ambicioso del millonario ruso, pronto se vio truncado por los métodos mafiosos del dueño del club, donde se presentaba en los vestuarios rodeado de “guardaespaldas”, por no llamarlos de otra manera, y armado, atenazando a la plantilla y cuerpo técnico. Caparrós dimitió al mes de competición, por desavenencias con Chagaev. Con el técnico Víctor Muñoz, las cosas no fueron mucho mejor las cosas. Los impagos estaban al día, como los numeritos del personaje en cuestión. Esto hizo que la Comisión de Disciplina suiza echara de la competición en el mes de enero de 2012 al Neuchatel por la sucesión de irregularidades administrativas, el retraso en el pago de salarios y la falsificación de documentos oficiales. Esto provocó que Víctor Sánchez quedara libre y el Espanyol aprovechó la coyuntura para ficharlo junto a su compañero, el nigeriano Kalu Uche.
De la mano de Pochettino, Víctor Sánchez alternó la posición de lateral derecho como la de interior derecho. Sus prestaciones, pese ser correctas no destacaban en exceso. No fue hasta con la llegada del mexicano Javier Aguirre, cuando el vallesano pudo expresar su mejor versión futbolística, donde fue ubicado como mediocentro, pese que técnicamente no era brillante. En la zona media demostró todo su enorme despliegue físico. Su fortaleza y su entrega daba mucha consistencia al equipo, incluso muchas veces esa lucha le penalizaba con amonestaciones, ya que era raro el encuentro donde el vallesano no saliera amonestado.
Su presencia como titular era incuestionable desde la llegada de Aguirre, siguiendo con Sergio González o Constantin Galca, demostrando ser todo un baluarte en la zona media y ser uno de los capitanes del primer equipo. A pesar de no prodigarse mucho con el gol, el de Rubí los pocos que logró, fueron de bella factura, siendo el Athletic de Bilbao su víctima preferida.
Central mexicano que llegó al Espanyol en el verano de 2011 procedente del AZ Alkmaar holandés, tras hacer un esfuerzo económico los principales accionistas pagando una cifra cercana a los 4 millones de euros por cinco temporadas.
Jugador técnicamente notable que permitía a sus equipos salir con el balón controlado desde la zona defensiva, además de ser defensivamente más que solvente, dando seguridad a su zaga. Sus inicios fueron en el PUMAS de México, donde se ganó un nombre al ganar con su selección el Mundial sub’17. Su rápida y meteórica ascensión en el conjunto mexicano hizo que con tan solo 19 años diera el salto a Europa, al conjunto holandés del AZ Alkmaar.
Con el AZ logró éxitos inesperados bajo la batuta del técnico holandés Louis Van Gaal, ya que los de Alkmaar siempre estaban a la sombra de los 3 grandes de Holanda, el Ajax, PSV y Feyenoord. El central de Culiacán fue pieza clave para esos éxitos, consiguiendo el título de Liga en la 2008/09 y la Supercopa la temporada siguiente. Estos éxitos en Holanda le permitieron un billete para jugar el Mundial de Sudáfrica con su selección, donde brilló con luz propia el central, pese que su selección no pudo superar los octavos de final.
El Espanyol necesitaba un central de garantías, tras perder en año y medio a dos referentes en la zaga, Nico Pareja y al canterano Víctor Ruiz, la secretaría técnica vio en Héctor Moreno el hombre ideal para liderar el centro de la defensa periquita. El mexicano no defraudó en sus cuatro años en la entidad periquita, demostrando el nivel y la fama que le precedía.
Pese su buen rendimiento, su relación con la grada siempre fue distante, ya que el mexicano nunca tuvo reparos en dejarse querer por otros equipos, conocedor de la economía de guerra de los blanquiazules y a las pobres expectativas deportivas que podía aspirar con los periquitos. El Espanyol tampoco veía con malos ojos su salida, conocedor de su gran cartel y el Mundial de 2014 era un gran escaparate para lograr un buen traspaso y aliviar así las arcas del Espanyol, pero el mexicano que estaba haciendo un gran Mundial, tuvo la desgracia de sufrir una grave lesión en el partido de octavos de final contra Holanda que le dejarían al menos 6 meses fuera de los terrenos de juego. Adiós al Mundial y al anhelado traspaso por ambas partes.
En su vuelta a los terrenos de juego con el Espanyol en enero de 2015, fueron clave para apuntalar la zaga blanquiazul que permitió a los periquitos crecer como equipo, llegando a las semifinales de Copa y pelear para entrar a la Europa League.
Las urgencias económicas y los deseos del jugador de irse a un equipo más puntero, hizo que el Espanyol aceptara su traspaso al PSV Eindhoven ese mismo verano, antes de que le venciera el contrato en 2016 y quedase libre el de Culiacán. Su pase fue por seis millones de euros, una cifra algo baja por la calidad del central, pero las arcas blanquiazules necesitaban una inyección económica de manera inmediata y el traspaso de Moreno era urgente y más a sabiendas que el año siguiente el mexicano quedaba libre.
Guardameta de gran envergadura, seguro en el juego aéreo y que dio una gran solidez a la meta blanquiazul. Nacido en la población tarragonesa de Alcover, Casilla llegó de la mano del director deportivo Paco Herrera al Espanyol procedente de la cantera del Real Madrid en 2007 para engrosar las filas del filial periquito a la edad de 20 años.
Debido a la marcha de Kameni, el meta titular del primer equipo, a la Copa África y la lesión del suplente Lafuente, el de Alcover debutó inesperadamente con el primer equipo. Sus actuaciones no fueron muy brillantes, la bisoñez le pasaron factura. Para coger experiencia, el Espanyol decidió que lo mejor era que se curtiera fuera. Primero en el Cádiz, donde estuvo dos años como cedido y vivió las dos caras de la moneda del futbol, primero la alegría del ascenso del conjunto amarillo a la división de plata y en su segundo año, la amarga donde los gaditanos descendieron a la segunda división B y Kiko fue acusado por la afición por sus actuaciones poco afortunadas en la portería amarilla.
Tras su experiencia en el Cádiz, el Espanyol lo volvió a ceder esta vez al Cartagena de la segunda división. En el Efesé, Kiko demostró todo su potencial, cuajando buenas actuaciones y ganándose el pleno derecho de volver al Espanyol tras tres años en el exilio.
En el cuadro perico no lo tendría fácil, partía como tercer portero tras Kameni y Cristian Álvarez, pero los problemas extradeportivos del camerunés con el club y el míster Pochettino, hizo que este fuera apartado del primer equipo. Este hecho hizo que Kiko tuviera la oportunidad de jugar la Copa, pero su aportación no acabó allí, ya que una lesión del meta argentino Cristian en pleno derbi, hizo que Kiko tuviera que jugar también la Liga. Sus aportaciones fueron más que correctas.
No fue con la llegada de Javier Aguirre, donde el de Alcover se ganó definitivamente los galones de titular, también gracias a una “oportuna” lesión de Cristian Álvarez. A partir de entonces, el cancerbero se convirtió en una pieza fundamental para el Espanyol en las siguientes temporadas, cuajando grandes actuaciones y ganándose la llamada del seleccionador nacional Vicente Del Bosque, llegando a debutar en el amistoso frente a Alemania en Balaídos.
Esas buenas actuaciones en el marco españolista, no pasaron desapercibidas por los grandes, Madrid y Barcelona. Los blancos tenían la posibilidad de ejercer la compra a mitad de su pase, ya que poseían el 50% del jugador, además el Espanyol corría el peligro de perder al jugador, ya que acababa contrato. Contra pronóstico, Kiko renovó con el club, ya que siempre manifestó que si marchaba de la entidad blanquiazul, dejaría dinero por su traspaso, hecho que desgraciadamente no siempre ha pasado en la entidad.
Finalmente su marcha se consumó en el verano de 2015, tras fichar por el Real Madrid a cambio de 6 millones de euros al Espanyol.
En junio de 2015 el club le otorgó una de las 98 puertas del Estadio, la nº 63. Una buena iniciativa de la entidad, pero con un dudoso gusto para proceder a la elección de las mismas, ya que no hubo control alguno a la hora de vigilar las votaciones ni tampoco restricciones que penalizaban gravemente a los jugadores más añejos del club, hecho que causó malestar entre la masa social, por el poco tacto con la historia de la entidad.
Delantero uruguayo que permaneció en el club 3 temporadas, dejando una buena huella gracias a sus goles, su espíritu de lucha y su compromiso. Stuani comenzó su carrera en el fútbol profesional en su país natal, en Danubio. Con tan sólo 18 años, ya debutaba en primera pero no tendría muchos minutos en el equipo, por lo que decidió buscar una salida en forma de cesión a un equipo menor para jugar más partidos. Es así, cuando el 7 de febrero de 2007 el Club Atlético Bella Vista de la Segunda División uruguaya. Es aquí donde rinde a gran nivel, llegando a marcar 14 goles en 18 partidos disputados, por lo que el Danubio Fútbol Club decide repescarlo al finalizar la temporada.
Ya de nuevo en el Danubio F.C., sus grandes actuaciones continúan, y sus 19 goles en 16 partidos atraen el interés de equipos europeos. Finalmente, en 2008 el Reggina de la Serie A italiana consigue hacerse con el traspaso del delantero, quien se reencontraría en el equipo con su viejo compañero del Danubio Fútbol Club, Edinson Cavani.
En el cuadro transalpino no logra rendir como en su tierra natal, así en la temporada siguiente marcha cedido al Albacete Balompié de la Segunda División española. En el cuadro manchego vuelve destacar, siendo el segundo máximo goleador de la categoría. Ese buen rendimiento, hace que varios equipos de primera se interesen por sus servicios, entre ellos, el Espanyol, pero finalmente el goleador fue cedido al Levante UD, club con el que debutó en la Primera División de España. En el cuadro granota demuestra sus dotes goleadoras. Como también la temporada siguiente en el Racing de Santander. Allí pese no evitar el descenso, vuelve erigirse con un goleador de primera, por lo que no le faltaron ofertas en verano. Cuando todo parecía indicar que el Reggina iba a cederlo al Deportivo de la Coruña, de hecho, el jugador ya estaba en la ciudad herculina, el Espanyol se hizo con sus servicios.
Los inicios de Stuani como perico no fueron fáciles, ya que Pochettino no confió demasiado en sus prestaciones, siendo el joven italiano Longo como la referencia ofensiva de Poche. Los malos resultados hicieron que el Espanyol cesara al míster argentino y se fichara al mexicano Aguirre como medida de urgencia. Este hecho, cambio al Espanyol y la trayectoria de Stuani como blanquiazul. Sorprendentemente, el uruguayo no fue el 9 del equipo, posición natural del charrúa, sino jugaba en la banda derecha. Pese esa medida atrevida e incluso descabellada, por las características de nueve puro de Stuani, el uruguayo rindió a un excelente nivel de manera sorprendente. Ese buen rendimiento, coincidió con el llevar una máscara protectora debido un golpe que sufrió en el rostro en un choque, hecho que fue comentado por la afición de manera jocosa, que su máscara era mágica y que había transformado al uruguayo que al principio no había mostrado un buen rendimiento.
Tampoco pasó desapercibido esa evolución para el seleccionador uruguayo Washington Tábarez que lo convocó para el Mundial de 2014 y es que cómo dijo Stuani, el cambio de ubicación le abrió las puertas de la selección, ya que como 9 era muy difícil entrar al estar su excompañero Cavani y Luis Suárez, una competencia durísima para cualquier ariete. Stuani disputó todos los partidos, aunque solo uno de ellos como titular. Uruguay que partía como uno de los numerosos candidatos para ganar el Mundial, vio truncado ese sueño cuando Luis Suárez cometió una locura al morder al italiano Chiellini y fue duramente sancionado por la FIFA, al ser reincidente con sus actos nada deportivos. La baja de la estrella celeste fue una losa demasiado grande para los de Tábarez y perdieron en octavos frente a Colombia.
El rendimiento de Stuani en la siguiente temporada no fue tan deslumbrante, pese ser una pieza importante e indiscutible para Aguirre y es que el charrúa, aunque lo daba todo en el campo, era evidente que jugar por la derecha no era su hábitat natural.
Con la llegada de Sergio González en la siguiente temporada, el uruguayo abandonaría definitivamente la banda derecha para jugar como nueve de referencia. Pese que al inicio, salía como revulsivo en sustitución del ecuatoriano Caicedo. Su nuevo rol no pudo ser más exitoso, ya que pese contar con pocos minutos, el uruguayo lograba marcar goles y demostraba que podía ser titular, de hecho, el míster Sergio lo puso de titular más adelante, debido a los méritos del ariete uruguayo, pese a la dura competencia que tenía con Sergio García y Caicedo.
Las penurias económicas del club y la deuda contraída con el Reggina por el traspaso de Stuani, ya que los italianos denunciaron el asunto al TAS (Tribunal Superior de Arbitraje) ante el impago del Espanyol, provocó su salida por 3 millones de euros al Middlesbroug de la First Division inglesa, donde solo el Espanyol vería el 50% del pase, al poseer la otra mitad el club italiano. Stuani jugaba en un equipo de segunda división, pero pasaba a cobrar el doble de lo que percibía en el Espanyol.
El uruguayo caló hondo en la hinchada blanquiazul y su marcha fue un duro golpe, ya que su entrega y rendimiento estaba fuera de toda duda y lo demostraban con sus cánticos de “Uruguayo, Uruguayo!!!”.
Central tinerfeño que llegó procedente del Castilla, filial del Real Madrid. En el conjunto espanyolista permaneció tres temporadas y fue miembro de la inolvidable UEFA de 1988. Central sobrio, que siempre cumplía con su labor. Esta circunstancia le hizo gozar de muchos minutos con Clemente, pese a la gran competencia que tenía en el eje central de la defensa blanquiazul.
Pese no ser indiscutible con Clemente, de hecho, solo N’Kono podía gozar de ese cartel con el técnico de Barakaldo, el defensa era de los habituales y fue una importante pieza del buen engranaje que formó el cuadro blanquiazul realizando temporadas de ensueño, como el tercer puesto en su primer año y la Final de la UEFA el segundo. Tuvo el infortunio de caer lesionado en la recta final en el año de la UEFA, perdiéndose de esta manera los cuatro últimos partidos (Semifinal y Final), cuando era un fijo casi indiscutible hasta aquel entonces en la competición europea.
En su último año como blanquiazul, tuvo el sabor amargo de vivir el descenso en la promoción de Mallorca. Las numerosas bajas que sufrió el equipo, que no supieron cubrirse, añadiendo el trauma que había generado la ocasión pérdida de Leverkusen, enviaron al Espanyol a segunda.
Francis a parte de su etapa en el Espanyol, se formó en el Real Madrid, donde no gozó de muchas oportunidades, pese debutar de manera testimonial en el primer equipo. En su periplo en la casa blanca, marchó cedido un año al Valladolid, hasta que en 1986 marchó al Espanyol con 23 años. Tras los tres años como perico, marchó al equipo de su tierra, el Tenerife que acababa de ascender a primera. Finalmente acabó su carrera en el Marbella de la segunda división.
Defensa paraguayo que vino procedente del Cerro Porteño paraguayo, que pese a su juventud (24 años), ya poseía un amplio currículum internacional tanto con su club como con su selección.
Vino al club cuando el conjunto dirigido por Meler tuvo la fiebre de fichar a muchos paraguayos (Osorio, Cino, Gato Fernández, etc.). Jugó en el club espanyolista 5 temporadas, desde la 1973-74 hasta la 1977-78. Fue un central de gran clase aunque a veces su excesiva confianza en su técnica hacia que cometiese errores graves y comprometiese al equipo. Quizás esta irregularidad y su indisciplina en asuntos extradeportivos, le impidió llegar a cuotas deportivas más altas.
Fue internacional absoluto con Paraguay multitud de ocasiones.
PARTIDOS DE LIGA
ÓRTIZ AQUINO
PJ
PC
PT
PS
MIN
GOLES
73/74
7
6
6
1
614
0
74/75
31
30
31
3
2.778
2
75/76
25
23
25
0
2.197
2
76/77
28
24
28
0
2.360
1
77/78
12
12
12
0
1.080
1
TOTAL
103
95
102
1
9.029
6
PARTIDOS EN EUROPA
ÓRTIZ AQUINO
PJ
PC
PT
PS
MIN
GOLES
05/06
0
0
0
0
0
0
06/07
4
4
4
0
360
0
TOTAL
4
4
4
0
360
0
Órtiz Aquino sin contemplaciones en el clásico barcelonés
Rafael Piris fue un guardameta que militó en el Espanyol en los años 60 y será eternamente recordado por el partido de desempate de la promoción en el Santiago Bernábeu frente al Mallorca que venció el Espanyol gracias a un solitario gol de Idígoras que supuso el retorno del club blanquiazul de nuevo a primera. Sus intervenciones fueron esenciales para que el conjunto blanquiazul volviera a primera, sobretodo una en los compases finales en un lanzamiento durísimo de Bergara de golpe franco, que el cancerbero perico con unos reflejos felinos pudo enviar a córner, cuando se cantaba el gol.
Piris natural de Artà (Mallorca) fue un futbolista mallorquín que se formó en el equipo de su pueblo natal. Curiosamente de juvenil jugaba de central, hasta que un día en que no estaba el portero titular probó esta posición, en la que se quedó definitivamente. Con 17 años marchó al Atlético Baleares, donde firmó su primer contrato profesional. Cuatro temporadas más tarde fue contratado por el Granada CF, donde jugó un total de ocho temporadas, una de ellas cedido en el Ceuta al estar realizando el servicio militar. En el Granada jugó 4 temporadas a Primera División y disputó una final de Copa el 1959 perdida ante el FC Barcelona.
No fue hasta la temporada 1961-62 cuando fichó por el Espanyol, nunca llegó ser titular indiscutible, siempre estuvo a la sombra, primero de Joanet y posteriormente de Carmelo Cedrún. Pero la Diosa fortuna le hizo jugar las dramáticas promociones contra el Mallorca, ésta por lesión en Sarrià de Joanet, y frente al Sporting de Gijón para mantener la categoría. En ambas, el conjunto de Piris salió victorioso. Curiosamente, la única promoción que vivió en la plantilla espanyolista sin jugar, el Espanyol la perdió frente al Valladolid. Entre 1966 y 1968 jugó en el RCD Mallorca, donde se retiró de la práctica del fútbol con 36 años. Tristemente nos dejó el 17 de diciembre de 2011.
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